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Estudiar en una nueva lengua: beneficios de ser bilingüe

5 min de lectura
30/03/23 16:14

Muchos padres os preguntáis por qué deberíais enviar a vuestro hijo/a a estudiar al extranjero. Entre los innumerables beneficios que existen, el aprendizaje de un nuevo idioma tiene un gran peso en la toma de decisión.

Pero la fluidez a la hora de comunicarse en otro idioma no es el único beneficio que puede adquirir vuestro hijo/a al convertirse en una persona bilingüe. Nuestra psicóloga Berta Corbacho, especializada en psicología infantojuvenil y psicopedagogía explica todos los beneficios que aporta ser bilingüe. ¡Vamos allá!

Índice

¿Cómo responde el cerebro ante el aprendizaje de un nuevo idioma?

Para describir el cerebro se suele comparar un ordenador que procesa y almacena información y datos. Nada más lejos de la realidad: el cerebro carece de algoritmos, hecho que aumenta la posibilidad de recordar mal.

Por este mismo motivo, se le da la posibilidad a nuestro cerebro de entrenarlo, de poder modificar y aumentar nuestras propias capacidades. A diferencia del ordenador, nuestro cerebro tiene una gran plasticidad que va variando a lo largo de los años: los 3 primeros años es cuando hay mayor desarrollo y crecimiento y este sigue hasta la madurez pero, ¿cuando deja de crecer nuestro cerebro? La corteza cerebral, a nivel anatómico, deja de crecer a los 21 años y con ello, la substancia gris - o las neuronas - se producen en menos cantidad. Ese período o proceso de la vida, lo conocemos gracias a nuestros padres como la “edad del pavo”. ¿Tendrá que ver que en España, se determinara la mayoría de edad a los 21 hasta 1978?

De modo que no existe rigidez cerebral gracias a la plasticidad de nuestro cerebro y las millones de conexiones neuronales que generamos a lo largo de nuestra vida. A partir de esta afirmación, podemos hablar de los beneficios cognitivos que se generan y cómo influyen en el desarrollo de las capacidades presentes y futuras de los adolescentes. 

¿Cuáles son los beneficios de aprender una nueva lengua?

Estudiar en un idioma distinto (no nativo) y desarrollar la capacidad de ser bilingüe puede ayudar a desarrollar ciertas habilidades y beneficios:

  • Prevención de la demencia y mejora de la memoria

En el cerebro existen dos sustancias de las que seguro habéis oído hablar: la substancia o materia blanca que se encuentra en los tejidos más profundos del cerebro y está formada por fibras nerviosas. Y la sustancia o materia gris, que se encuentra en la zona cortical o más superficial del cerebro y tiene la función de procesar la información que llega por percepción sensorial, o sea, a través de nuestros sentidos.

Para hacer una asociación simplista de toda esta trama neurológica diremos: cuantos más retos cognitivos o académicos, más sustancia gris generará nuestro cerebro y más protección de la substancia blanca. Pero lo importante es entender qué beneficios tiene esto a largo plazo… Pues bien, la sustancia gris es la protagonista en las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer (ya que se da por una pérdida de substancia gris en el cerebro) con lo cual, los cerebros bilingües generan mayor substancia gris y por ese motivo ayuda a la prevención de la demencia. Tanto analistas del Instituto Rotman de Toronto, como el equipo de la psicóloga Ellen Bialystok (de la Universidad de York), en Canadá, concluyeron que la aparición de los primeros síntomas del alzheimer es hasta cuatro años más tardía en las personas bilingües que en las monolingües.

  • Mayor capacidad de concentración

De acuerdo con la teoría de Noam Chomsky, la lengua materna (y paterna) se adquiere de forma innata como medio para sobrevivir, pero existen otros pensamientos que hablan sobre la importancia de las interacciones para el desarrollo de nuevas lenguas. En este caso, nos vamos a centrar en la adquisición del lenguaje o el perfeccionamiento de un idioma en edades donde el cerebro ya es maduro. ¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando adquirimos una lengua nueva de forma consciente y activa? Primero, debemos saber diferenciar un cerebro bilingüe a un cerebro monolingüe, donde se activan zonas del cerebro diferentes tanto a nivel fisiológico como funcional.

Students sitting at a table in a library while learning and working on a laptop

Mientras el primero usa la misma área o zona cerebral para cambiar de lengua y controlar el idioma que habla, el segundo utiliza la misma zona. Me explico, el área de Broca y Wernicke son las zonas cerebrales asociadas al lenguaje y se encuentran en el hemisferio izquierdo. Pero los cerebros bilingües utilizan más funciones cognitivas, ya que necesitan detectar y bloquear rápidamente información para llevar a cabo una tarea. Por ejemplo, cuando hablo inglés tengo que bloquear la información en castellano para poder centrarme solo en la semántica inglesa. En la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona existe un grupo de investigación que estudia sobre esta temática y como los bilingües están continuamente tomando decisiones sobre qué idioma utilizar según el contexto. Entonces, esto también influye con el hecho que los cerebros bilingües tengan mayor capacidad para concentrarse en una tarea y aislarse del ruido o las interferencias a su alrededor.


  • Multitarea o la capacidad de llevar a cabo diversas tareas simultáneamente (multitasking)

Otra de las habilidades que mejora en los estudiantes es la multitarea (o multitasking). Esto puede ser muy útil, sobre todo para las nuevas generaciones o los llamados nativos digitales, que trabajan mejor con múltiples tareas; escuchar música, responder WhatsApps o subir fotos a Instagram mientras hacen los deberes, ¿verdad que os suena?

Viorica Marian, investigadora de la Universidad Northwestern y Houston, lo explica a través de la metáfora del semáforo: los bilingües siempre dan luz verde a un idioma y roja al otro y repetir esto constantemente ayuda a la capacidad de bloquear o reprimir las palabras que no necesitas.

teenager

  • Aumenta la flexibilidad cognitiva 

En la Universidad McGill de Montreal, en Canadá, se descubrió que los estudiantes que trabajan con materias en un idioma adquirido, poseen una mayor flexibilidad cognitiva (o capacidad de cambiar de tarea). Un poco en base a lo que comentamos sobre las zonas cerebrales activas. Pongamos un ejemplo: cuando estudiamos matemáticas trabajamos habilidades como el razonamiento espacial o la resolución de problemas, que son habilidades que destacan en los cerebros bilingües, por lo que tendrán más facilidad en estas asignaturas. 

En definitiva, estudiar y aprender nuevos conceptos en un idioma que no es el nativo ayuda al desarrollo cerebral. Nuestros estudiantes, por el hecho de aprender y cursar un año escolar en inglés u otros idiomas, colateralmente a la inmersión lingüística y cultural, también tienen beneficios cognitivos a nivel cerebral que van a ser beneficiosos tanto a corto como a largo plazo.

¿Nos quieres contar tu caso? ¡Te escuchamos!

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